Think, Feel, Live!

Esta columna intenta humildemente instar a esa reflexión sobre lo que te dijiste que eres, sobre lo que dijiste que quieres ser, y lo que sientes que quieres disfrutar buscando.
Las etiquetas, son necesarias para organizarnos, nos dan pertenencia a un grupo, son indicadores de lugar a donde cursar por ejemplo. También, como lo marca su definición literal, es ese papel que te adelanta información sobre lo que es, contiene y otra información relacionada con ella.
En lo social también nos etiquetamos. Nos contamos si somos buenos o no para matemáticas, para hablar en público, para los deportes, etc. Esa información va alimentando nuestro cerebro y le va diciendo que sustancie, mantenga, esa etiqueta. Si nos dijimos (o nos dijeron) que no somos buenos con el orden, cada día nuestro "editor" (cerebro) va a reforzar ese comportamiento que da base a nuestra etiqueta. Pero un día guardamos cada cosa en su lugar y nos gusta cómo queda, nos hace bien. Nos damos cuenta que si éramos buenos para el orden, solo que no nos animamos a intentarlo.
La etiqueta de esta caja dice OUT porque no queremos que te encasilles, queremos ayudarte a descubrir tu razón de ser y vivir. Cómo se encuentra? Hurgando hasta la última afirmación que hayas hecho sobre ti mismo. Llegando al fondo, vas a ver qué matemáticas puede ser divertido, interesante y pum! aprendiste. Porque el aprendizaje sin pasión tiene los días contados en tu cabeza.
En tu vida, cada minuto cuenta. Cada clase puede darte una pista sobre lo que quieres o necesitas para seguir este camino. Encontrar lo que te apasiona, lo que te motiva a seguir, es inspirador y más contagioso que el covid. Sientes tu corazón latir con mucha fuerza y el cerebro genera esa sustancia de felicidad que alimenta a todo tu cuerpo, y son vibraciones invisibles pero potentes.
Y ahí vas, dando saltos por la calle, con sonrisa de ojos (por la mascarilla) que permite adivinar la alegría con la que vienes. Y alguien te pregunta "qué te pasó?", y ahí, mi querido lector, se produce esa magia increíble, humana y divina a la vez: se llama interacción nutritiva. Y se produce cuando contagias tu descubrimiento, el de haber llegado a tu centro, y conocerte con tus habilidades y tus mejoras en proceso. Le cuentas que descubriste que nada es estático, que puedes cambiar lo que no quieres en tu vida. Le cuentas que no fue fácil, que los errores parecían obstáculos y que los aciertos (pocos) no importaban, pero que descubriste que vivir no se trata de prueba, error, acierto sino de tener fé en tí mismo. De entusiasmarte más seguido. De ser disciplinado con hacer un hábito de lo que te hace bien. Descubriste que cada vez que te pusiste colorado, valió! porque te encontraste con tu timidez y con una sonrisa pudiste superarla. Aprendiste a valorar esos momentos que parecían eternos porque pasaron, y que mirando hacia atrás finalmente no fueron tan graves. Y sobre todo, tuviste la oportunidad de ver qué atravesar esas situaciones son privilegios de los que están vivos.
Es entonces cuando te decides a honrar la vida y darte la oportunidad de encontrar ese talento, y compartirlo. Esta es nuestra salida de la caja. Las etiquetas quedan en las cosas. Pero las personas somos llama de vida destinadas a la grandeza.
Te acompañamos a que te "desetiquetes", vamos a encontrar esa llama juntos como comunidad LINTAC.